Entrega de los premios Oz(car) 2016

Poco difundidos, en parte amañados, en ocasiones desdeñados y siempre aliterativos, los premios Oz(car), reconocimiento al desempeño estalinista ejemplar, han tenido lugar en la clandestinidad, y aquí les presentamos a los notables ganadores de la edición 2016.

Premio Piatakov a la administración industrial: Carlos Texeira logró, a partir de una remolacha azucarera como capital fijo, una bolsa de estiércol como capital circulante y él mismo como capital variable, superar la productividad de la estatal ALUR, cuyas asombrosas pérdidas no quitan ningún mérito a nuestro héroe estalinista.

Premio Lysenko al logro científico estalinista: El Dr. en bioquímica Andrés Rikov decodificó el genoma de Eduardo Lorier y halló vestigios del padre Stalin en su ADN, demostrando de este modo la ventaja de que se perpetúe como Secretario General del partido, como único y auténtico estalinista vernáculo inoculado por el constructor del socialismo real.

Premio Tomsky a las destrezas sindicales: Julio “Llamarada” Bermúdez, autoproclamado vástago ilegítimo y custodio del legado del célebre “Fogata” Bermúdez, arrancó a la patronal represora un aumento de 0.50 $U la hora en los consejos de salarios. Los empresarios fascistas, lamentablemente, lo despojaron de su conquista a través de una detracción compulsiva de 1 $U en concepto de gastos de administración del aumento otorgado, reduciendo al mítico “Llamarada” a la triste condición de ceniza inactiva.

Premio Zinoviev a la capacidad táctica electoral: Ernesto Thälmann (vaya nombre se procuró) llamó a votar a un candidato de derecha en contra de los “socialfascistas”, en una aplicación estricta de la política estalinista del Tercer Período. Desde luego, confirmando la previsión de Thälmann, una vez el verdadero fascista asumió su cargo, eliminó a los “socialfascistas”… y al propio Ernesto..

Premio San Patricio Rojo a la excelencia en la conversión: Este me lo adjudico yo, ya que durante el 2015, si bien no convertí una isla esmeralda en roja, tuve varios logros, entre ellos, convertir a un testigo de Jehová en bolchevique (invirtiendo el proceso que él pretendía efectuar), un skinhead en anarcopunk (convengamos que ninguno tiene suficientes caramelos en la lata como para obtener algo más) y a un kadete (demócrata constitucional) en votante de Mujica (el dial no tiene tanto margen de derecha a izquierda).

Y el Rodney de Oro es para… Néstor Galíndez, egresado del instituto de bibliotecología del partido y guardián de sus archivos. Néstor acopió minuciosamente todos los datos relevantes de cada militante local, sus actividades, contactos y trayectoria. Una vez acabada esta ingente tarea, entregó la carpeta, prolijamente encuadernada, al Ministerio del Interior. ¡Maestro!